A buen jugador, muchas palabras

Los juegos de palabras son elegidos como un pasatiempo para muchos: algunos eligen resolver crucigramas, palabras cruzadas, sopas de letras, o jugar juegos de mesa como Rapigrama, Crucigrama o “El Fantasma”.

Si bien los contenidos educativos de este tipo de material se notan a simple vista, nunca está de más repasarlos, sobre todo para entender todo lo que nos enriquece jugar.

Los juegos de palabras son ideales para enriquecer el vocabulario: la mecánica nos obliga a investigar el diccionario y encontrar palabras nuevas, sobre todo cuando tenemos que pensar en base a las letras que nos fueron dadas. A esto se suma que son una excelente herramienta para mejorar la ortografía de una manera súper distendida: sin prohibiciones ni ejercicios de memorización. Cuando las reglas se aprenden jugando, se interiorizan más rápido.

Además, este tipo de juegos requiere de anotar puntaje, de esta manera nos obliga a armar estrategias a la hora de elegir qué letras vamos a utilizar y en qué parte del tablero. Cuando esto pasa, ponemos nuestra mente a trabajar y agilizamos el pensamiento. Este tipo de juegos son altamente recomendados para chicos en etapa escolar, para reforzar la ortografía, incorporar palabras nuevas o disfrutar del juego con el lenguaje.