Cosas de chicos… ¡y grandes!

"No se deja de jugar porque se es viejo, sino que se es viejo porque se deja de jugar", decía Bernard Shaw. La frase del escritor inglés tiene cientos de modos de aplicarse en la actualidad.

Tomando distancia del sentido común, el juego no necesariamente está ligado al tiempo libre, al ocio o al esparcimiento. Si bien los tiempos de la vida cotidiana nos acercan al juego en esos momentos, jugar es una visión que merece ser integrada a muchas de nuestras tareas.

El juego es una actividad social e inclusiva, que divierte, ayuda a enfrentar el estrés y genera placer. La actividad lúdica tiene la capacidad de acercarnos e igualarnos a otros. Integrar el juego a la rutina está recomendado para desarrollar habilidades relacionadas con la creatividad y el pensamiento cognitivo. Muchas empresas no se dejaron estar y tomaron la premisa de que por más adultas que sean las personas, encuentran en el juego la actividad indicada para incrementar su desarrollo personal. Son conocidos los casos de grandes multinacionales que en sus oficinas han incorporado playrooms para sus empleados. El metegol, el ping-pong y consolas de videojuegos son una herramienta de trabajo más cuyo uso no disminuye la producción, sino que todo lo contrario.

Hay también otras instancias en que se implementa el juego vinculadas a lo laboral: prácticas como el roleplay son conocidas y aplicadas a la resolución de problemas, en entrevistas de trabajo, o terapias grupales. De esta manera se ponen en práctica habilidades para resolver conflictos y probar las capacidades de las personas a la hora de escuchar, participar y entrenar actitudes de convivencia.

Resulta irónico cómo hoy día muchos padres se preocupan porque sus hijos no juegan y pasan horas sentados frente a tablets y celulares, pero en esta preocupación hay un olvido notorio: los adultos tampoco juegan y han perdido habilidades para divertirse con los más chicos. En otras palabras, se produjo un fenómeno en el que muchos adultos se olvidaron de jugar.

Un consejo: A la hora de elegir un juego te recomendamos ir por aquellos que fomenten tus gustos y pasiones. Si no estás seguro de qué juego puede ir con tu personalidad comenzá por elegir con quiénes vas jugar y disfrutar de un juego en equipo.